Me duelen los brazos de hacer ejercicio pero no me importaría apoyarlos en la almohada mientras tú me miras desde abajo. Hemos llegado a mi casa y cuando nos tumbamos en el sofá es cuando más quiero tocarte, poner la mano en tu barriga, acariciarte el pelo, rozarte la espalda, comerte la polla. Pero esta noche estamos cansados y a mi se me cierran los ojos y el reportaje de ovnis no nos interesa, y después de fumar el último porro me miras con los párpados caidos y yo te digo estoy dormida. Te levantas y nos abrazamos en la puerta.
Yo siempre quiero tocarte los labios, enredar la lengua en el pelo del pecho, subirme encima de ti, que me acaricies los pechos. Hablar, fumar.
Pero nunca estamos solos.
Nunca
Estamos
Solos.
Tu mujer mi ex novio tus hijos el silencio la música la perra Bruno Alfredo todas esas casas con piscina el jaleo en la calle lo que nunca tuvimos lo que se perdió.
Los ojos calibran las posibilidades y se asustan de encontrarse dentro del coche, en el descampado, en la oscuridad.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
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*Tríptico al óleo del alma humana *
Cuánto de lascivia, de onanismo
público, indisimulado, cruel
y tantas veces goloso
en los poetas y sus cantos
―d...
Hace 1 día
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precioso.
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