He robado todas esas cosas
del centro mismo de mi misma
donde se venden elocuentemente
los prefacios, las dispensas papales
y las expectativas de yonkis ex presidiarios.
Después de examinar toda esta basura
y acudir a la consulta de un psicólogo subnormal
he comprendido que tengo un sobresaliente
en pasar de todo en ilimitarme las costillas
y en exprimirme la naranja y el minúsculo tanga,
para así limar asperezas
con esos extraños que se creen amigos
desenvueltos hombrecillos de piel músculo y safaris.
Que he entendido el sentido de la vida
y no he explotado, que vamos
se puede seguir viviendo.
Todos tranquilos.
FOTOGRAMA DE UN INSTANTE por MAICA BERMEJO MIRANDA
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La mano, pequeña y blanca, descansa laxa entre los dedos morenos del hombre
que viaja a su lado. Los dos, relajados, se dejan mecer por el suave
traquete...
Hace 9 horas