Tenía el corazón deseoso de salir
palpitaba más fuerte más deprisa
incluso tengo ahora ese aparato para escucharlo
me comunico con él
le compro chucherias
tenía el corazón medio muerto y luego resucitado
vino gladiator a pegarle siete patadas
patadas
ni estocadas ni tiros ni navajazos ni nada que tenga que ver
con espadas
nada de rajar nada de cortar
solo siete
patadas
tristes
sin palabras sin elegancia
y yo que me alimento de ellas (de palabras)
me he quedado con la lengua muerta
y no espero
nada.
Ahora sigo
comprandole chucherias invitandole al cine
está mejor.
Se recuperará.
Gracias por el interés.
FOTOGRAMA DE UN INSTANTE por MAICA BERMEJO MIRANDA
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La mano, pequeña y blanca, descansa laxa entre los dedos morenos del hombre
que viaja a su lado. Los dos, relajados, se dejan mecer por el suave
traquete...
Hace 9 horas