Tuve un sueño en el que todas las venas de mis piernas salían a la superficie, incluido el mapa del metro de Londres. Después tú venías y después de besarme yo tenía ramas de alguna planta extraña en la boca. No las escupía, me las tragaba. Y aunque el viento me echaba el pelo a la cara y casi no podía ver, comprendía que estabas detrás de todo, y no me importaba si llovía.
Las calles están mojadas. Yo estoy mojada. El pelo, la cara, los hombros. Entre las piernas hay un murmullo ensordecedor, y en los ojos un brillo transparente, de cristales limpios.
El verde es el mejor color si lo miras en los árboles. Y cuando abro la ventana porque ha dejado de llover todo está libre de suciedad y unos perros pasean como siempre y se llenan las patas de barro y espero a que mi primo traiga el polen, sentada aquí, revisando fotografías, ojeando los libros, alumbrada por la pequeña lámpara de encima de la mesa.
Mañana es martes..
FOTOGRAMA DE UN INSTANTE por MAICA BERMEJO MIRANDA
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La mano, pequeña y blanca, descansa laxa entre los dedos morenos del hombre
que viaja a su lado. Los dos, relajados, se dejan mecer por el suave
traquete...
Hace 10 horas
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