Hay tantas cosas que no sé. Las escribiría todas. El teléfono no ha dejado de sonar esta mañana, he entendido que debo continuar andando, sin parar, sin cesar, a toda prisa a toda vela. Navegar es preciso.
Mis dibujos hablan de mi. Autorretrato en llamas, y el coño como si fuera un hachazo una herida de muerte. El muñeco en su madriguera, con un tapón de corcho separándole del mundo. El aire golpea mi cara hay veces que nunca me iría. Rogaría porque todos desaparecieran. Porque todos quedaran reducidos a nada. Días en que existen pensamientos violentos en mi cabeza, pensamientos de golpes, golpeándome. Supongo que soy humana, imperfecta, violeta, absurda. Supongo que soy lo que soy debido a una serie de genes y a una serie de diapositivas en que se convierte la vida una vez pasan los días y miras atrás y lo ves todo claro, diáfano, impoluto.
Ves que no te has estado equivocando siempre. Sabes lo que quieres y por qué. Sabes que cualquiera puede parecerse con el ángulo adecuado, con la luz correspondiente. Toda esa mierda de la que ya hemos hablado alguna vez. Sí, estoy dolida. Pero es con el mundo. Es esa especie de vacío existencial, donde todo parece un paréntesis a la realidad. Es una angustia profunda, nada equilibrada, tiene que ver con el ansía vital de quien está atrapado en su propio cuento. Como un personaje que aún no ha muerto pero sabe que de seguir dentro de la historia lo hará antes de la página 20.
A la niña le han quitado el caramelo. La han tirado de la bici. Le han escondido los juguetes. Pero mira, estas cosas pasan todos los días.
¿No vamos a morirnos por eso verdad?
Queda la fantasía.
(la que se hace realidad)
DEL FONDO: Ya a la venta en Underdog Ventures.
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“Del fondo” surgen las visiones más aterradoras, pero también más
fascinantes. Surgen las preguntas más angustiosas, pero también las
respuestas más nece...
Hace 2 días