Me muero de sueño, los ojos se me cierran.
Creo que si apoyara la cabeza en una mano, caería fulminada.
Por la ventana entra el sol.
Ha venido el actor Arturo Fernández con la chaqueta de lino arrugada. Casi más arrugada que él, sinceramente. Y además estoy segura de que se acababa de levantar.
Los actores son unos dormilones y unos trasnochadores. Quiero ser actriz y besarte por las noches mientras bebes vino en la mesa de mi camerino y con la polla me llevas y me traes, subida encima.
El código him1 que hace referencia a Mujer con Hb < 12,5 g/dl y que es el más habitual me evoca cada vez que lo escribo la palabra himen. Y en consecuencia la proximidad latente de saberse perdida y arrastrada, por una extraña pasión antigüa.
Yo siempre he tenido mi propia intuición.
Son las dos. Dentro de poco a casa.
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
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[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 2 semanas
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