Hoy me he comprado un teclado nuevo. Es una mierda, de esos que valen siete euros, pero es fabuloso apenas rozar las teclas y ver aparecer las letras una trás otra, y el suave sonido click tap tap cloch. También he comprado a Tula un enorme cojín-sitio de perro donde siento unos terribles deseos de acostarme y dormir. Acurrucarme ahí calentita, con el gato y dormir un sueño casi eterno. Despertar siendo una perra de verdad. A veces pienso que mejor callejera, una buena madre de miles de cachorros esparcidos por la ciudad. Algunos de ellos muertos, atropellados por el coche de un subnormal frenético. Otros acogidos en casas con niños o por abuelas solas con correas de esas que se estiran y se encogen. Ser una perra callejera y vagabundear por la huerta, husmear en los basureros, tener novios con nombres como Golfo, Pirata, Socio o Metralla.
Supongo que esto es fácil de decir desde mi silla ergonómica con teclado nuevo y mientras fumo un cigarrillo light. Que se lo digan a esos perros con nombres de dibujo animado que al final encuentra un hogar y una buena perra a la que montar el lomo.
Podría ser una perra casera. De esas que el amo tiene muy cuidada, bien alimentada, caliente en invierno y fresca en verano. Salir a pasear suelta y correr trás una pelota verde. Beber abundante agua limpia después del pienso friskies o una gran salchicha de esa de comida triturada "nosesabequeesperonoimportaestárica"
Arriesgarme a comer huesecillos de pollo y tener un amigo gato cuya cabeza cabe en mi boca.
2 pulsaciones:
I DONT WANT TO SPEAK ABOUT THE PILLOW.
sencillamente ¡genial¡
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