Trece es el número de mi sombra, con los nudillos hechos puré, voy dejándome los puños en las mesas y un astrolabio por muy bien que suene, no es un regalo para mi.
Así que dejaré un reguero de pólvora, todo el camino, hasta
tu casa, con el corazón como explosionando y corriendo una carrera de diminutivos y
heces, hilos pequeños que nos sujetan,
el cuadro con tu rostro- te digo- ahora te pareces más
con el pelo corto, al dibujo.
Tengo miedo y sexo que es rojo y es abierta una nube de algodón para cualquiera
flotan las parejas en el aire con siete brazos y chimeneas negras, las mariposas y
los cabarets se clavan aquí por cuántos años.
Pienso en ti como en arcada y en la nuca el espasmo que se cobra las vidas,
nuestras vidas son risas a medias con los dientes rotos y sin mejillas
sueño que follo con el suicida y que tú mueres en el barro, todas las cosas vuelan en
el aire, un dibujo en el que salimos Rafa y yo, especialmente apreciado, lo veo
alejarse en la tormenta
.
El impulso era reconocer que soy carnívora y soy pedestre, que miro al hombre que
rompía los vasos y qué decir que haría cualquier cosa por, por cinco minutos
borrarte.
UNOS MUEREN Y OTROS SIGUEN CRECIENDO por RAMÓN GUERRERO
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A mi hija Julia.
Aún creo en los cuentos Julia
como tú.
Así que no me importa la muerte
ni sus buitres uniformados.
Aún creo en la palabra libre
como tú
...
Hace 2 días
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es una sucesión salvaje de imágenes, un verdadero torbellino.
flipante.
un abrazo
peter
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