He ido al cine y he ordenado el escritorio. Lo del escritorio ha sido después de mirarte comer en esa cafetería y besarnos en la oscuridad. Antes había mirado detenidamente ese libro de "Forbbiden erotica" que compré en Futurama, y también había fumado al menos doce cigarrillos mientras en el equipo sonaba Louis Amstrong y i´m in heaven una y otra vez. Creo que me he corrido tres veces, si no han sido cuatro mientras pensaba en ti. Porque aunque no quiera al final siempre está la polla no demasiado grande y tu cabeza embistiendo contra la mia, aprentándome la frente, dejándola roja y entumecida.
No quiero trabajar, no quiero seguir llenando mi tiempo de segundos sin ti.
El músculo que ayer estaba tenso, hoy revienta, el mundo se silencia, en mi cabeza sólo estás tú.
Invariable, como el segundero de ese reloj antiguo.
DIEGO VASALLO, TRAYECTORIA DE UNA OLA por PABLO CEREZAL
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[...] este artefacto poético al que te asomas, nace de la libertad y el
respeto de dos artistas, dos géiseres creativos e incansables que no
transigen,...
Hace 1 semana
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Gracias por tu visita!
Me gustó este post. Directo, crudo, vibrante. A mí también me gusta escribir historias breves(realidad hecha ficción), puedes leerlas en mi historial literario, es un pequeño listado a la derecha de mi blog.
Salu2
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