Dejé todas las exigencias en viejas cajas junto a las plantas
Las plantas murieron despacio, una tras otra, una tras otra
las hojas cayeron blandas, como ausentes
Yo, me separé de mi misma y ensanché mis caderas, tomé cuerpo
(demasiado, tal vez)
Olvidando las viejas cajas, llenas de
exigencias y violencia, de estrecho campo de acción
olvidé mi belleza y llegados a este punto, crei
que retomar esta serie de atributos por los que era conocida
servía más bien de poco.
Así que sin tenerme lealtad ninguna, me arrastré y sucumbí
ante una gran estupidez, que venía en forma de borrón
y cuenta nueva.
Todo agigantado por mi pequeñez de espíritu.
Bueno, de qué sirve todo esto me pregunto.
UNOS MUEREN Y OTROS SIGUEN CRECIENDO por RAMÓN GUERRERO
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A mi hija Julia.
Aún creo en los cuentos Julia
como tú.
Así que no me importa la muerte
ni sus buitres uniformados.
Aún creo en la palabra libre
como tú
...
Hace 1 día
2 pulsaciones:
Quizás sirva para que la luna te de mordiscos todas las noches.
Besos.
sirve para comprobar que, efectivamente, tenías sangre en las venas
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